LA ARQUITECTURA ASTURIANA: CARACTERISTÍSTICAS Y PRINCIPALES EJEMPLOS

718-925
Muy pocos vestigios conservados del periodo pre-ovetense, habiéndose hallado una serie de fortificaciones militares en los pasos de montaña de la Carisa y la Mesa. Dataciones de carbono 14 arrojan fechas que se asocian al momento de defensa contra la invasión musulmana y la primera linea fronteriza del reino. Cangas de Onis se encuentra la iglesia de La Santa Cruz edificada por Favila (737-739), hoy totalmente reconstruida, y de la época de Pravia se conserva, aunque muy restaurada, la iglesia de San Juan de Santianes de Pravia, mandada construir por Silo. Edificio es de tres naves con ábside semicircular, transepto y un cuerpo cuadrangular a los pies, destinado a acoger las sepulturas regias. Su aspecto actual se debe a las profundas reformas acaecidas entre los siglos XVI y XX, conservando de la construcción originar, el sector de las naves.
Época de mayor apogeo constructivo se sitúa entre el reinado de Alfonso II (791-842) y Alfonso III (869-910), con el periodo de Ramiro I (842-850) como momento álgido. Con Alfonso II y el traslado de la capital a Oviedo se produce una ingente actividad constructiva en la ciudad, que es considerada como la nueva Toledo. Además de las murallas y el palacio regio, el monarca manda construir la catedral, dedicada al Salvador y una serie de iglesias adyacentes, de las que ha sobrevivido la cabecera de una de ellas, la de San Triso, con ventano-trífora y obra de sillarejo. El edificio mejor conservado de este momento es la iglesia de San Juan de Pradas, originalmente dedicada a los santos Julián y Basilisa, situada a las afueras de la ciudad y tal vez perteneciente a un conjunto monástico. Planta basilical de tres naves y transepto se cubrían con sistema de armadura de madera, mientras que en la triple cabecera se emplean bóvedas de cañón. Exterior se refuerza con una serie de contrafuertes que recorren el edificio y sobre el ábside se dispone una cámara superior, sin acceso directo desde el interior. Su único acceso es desde el exterior, a través de una ventana trífora con columnitas y capiteles. Esta estancia característica de la arquitectura prerrománica asturiana, ha sido interpretada por algunos estudiosos como posible lugar donde se depositaba  el tesoro de la iglesia, no obstante, no existe todavía un consenso acerca de su posible función verdadera. Destaca por su decoración pictórica que cubría las paredes a tanto del interior como del exterior, en este último caso a base de imitación de sillares en opus cuadratum, cubriendo la obra de sillarejo. Punto de vista arquitectónico, el edificio posee a la vez analogías y divergencias con respecto a la arquitectura visigoda. Triple cabecera y la concepción general del edificio poseen antecedentes como San Juan de Baños, en cambio, aspectos como el tipo de aparejo, sillarejo en lugar de los grandes sillares colocados en seco, su concepción espacial más estilizada, o el elemento de la cámara situada sobre el ábside, son soluciones propias del momento. A esta misma época pertenece la primera iglesia de Santiago de Compostela, cuya cabecera era el propio mausoleo de época romana, supuesto lugar de enterramiento del apóstol, complejo que será sustituido en pocas décadas por la construcción de Alfonso III.
Monte Naranco, en las inmediaciones de Oviedo, el rey Ramiro I, manda construir un complejo palatino del que se han preservado dos edificios, la iglesia de San Miguel de Lillo y un pabellón de uso civil que pronto será transformado en la iglesia de Santa María del Naranco  situando un altar en su pórtico oriental. Iglesia de San Miguel de Lillo se ha conservado únicamente la zona occidental, compuesta por el atrio con tribuna y el arranque de las tres naves, habiéndose derrumbado la triple cabecera, el transepto y buena parte de las naves, la solución de la tribuna sobre el atrio, con acceso con escaleras desde el interior, es característica de la arquitectura prerrománica asturiana, siendo interpretada como tribuna regia, desde donde el monarca asistía a los oficios. Templo estaba complentamente abierto con bóvedas de cañón, lo que supone un avance técnico que precede en la arquitectura peninsular a las soluciones desarrolladas en el románico.
Santa María del Naranco fue en origen un pabellón regio de uso civil como atestigua su configuración arquitectónica y decoración a base de temas profanos. Planta rectangular con dos pisos, el inferior de escasa altura cubierto con bóveda de cañón con arcos fajones, interpretado como zona de servicios. Superior o salón regio, al cual se accede desde una doble escalera exterior, es de proporciones esbeltas y se cubre con bóveda de cañón peraltada y arcos fajones que descansan en ménsulas. Sus muros se articulan mediante una serie de arcos ciegos dispuestos sobre capiteles y fustes con decoración sogueada y a ambos extremos se disponen dos tribunas, abiertas al exterior mediante una triple arquería de arcos de medio punto, sustentados por columnas. Sobre las tribunas existen sendas cámaras abiertas al exterior únicamente, a modo de tesoros de los edificios eclesiásticos. Obra es de sillarejo y hormigón, empleándose sillares de mayores dimensiones en los ángulos y todo el exterior se refuerza mediante una serie de contrafuertes. Del final del reinado de Ramiro I o de inicios del de sus sucesor Ordoño I (850-866) data la iglesia de Santa Cristina de Lena, edificio de nave única abierto con bóveda de cañón al que se le añaden cuatro cuerpos cuadrangulares, dos a los lados formando un transepto, la cabecera al este y un atrio con tribuna a los pies. Separación entre el presbiterio y la nave se dispone una triple arquería con columnas, en cuyo centro encontramos dos placas de cancel y una barrera decorada en relieve.
Reinado de Alfonso III fue reedificada la basílica de Santiago de Compostela, edificio de tres naves, con atrio y cabecera cuadrangulares, que fue demolido al construir la actual catedral románica y del que se conocen algunos vestigios gracias a las excavaciones arqueológicas efectuadas en el lugar. Iglesia de San Salvador de Valdediós, consagrada por en monarca en el 893 y considerada la última gran construcción del reino de Asturias. Iglesia sigue la tradición de los reinados anteriores, planta basilical de tres naves separadas por pilares, cubiertas con bóvedas de cañón y triple cabecera  cuadrangular, conservando restos de pintura mural. Época de Alfonso III pertenece también la Foncalada en Oviedo, fuente en forma de edículo con bóveda de cañón y cubierta a dos aguas.

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