PLANTA DE DOMUS ECCLESIAE DE DURA EUROPOS
Siria. Anterior al 256. Arquitectura paleocristiana.
Se trata de la iglesia más antigua encontrada hasta ahora.
Planta cuadrada irregular, con un patio central a cielo abierto alrededor del que se disponen las estancias y una escalera de acceso a un piso superior no conservado. En uno de sus ángulos se halla un ambiente rematado por un pequeño arco de medio punto que, a modo de arcosolio, cobija una pequeña piscina dedicada al bautismo. Paredes de esta estancia se decoran con pinturas murales representan diversos temas del Antiguo y del Nuevo Testamento. Extremo opuesto encontramos una sala rectangular de mayores dimensiones, la más grande de la casa, que ha sido interpretada como posible ecclesia: el lugar destinado a la reunión de los fieles.
A partir del siglo III la organización de la Iglesia se hace más compleja, fijándose su jerarquía interna y existiendo ya un patrimonio comunitario. Se sientan las bases para la aparición de lugares de culto estables, propiedad de la comunidad y no del individuo único, en los que todos los ambientes se dedican al culto, surgiendo las domus ecclesiae. Entre sus estancias, la principal y más grande es la sala de oración, otra se reserva a la administración del bautismo y otras a usos diversos
Se trata de la iglesia más antigua encontrada hasta ahora.
Planta cuadrada irregular, con un patio central a cielo abierto alrededor del que se disponen las estancias y una escalera de acceso a un piso superior no conservado. En uno de sus ángulos se halla un ambiente rematado por un pequeño arco de medio punto que, a modo de arcosolio, cobija una pequeña piscina dedicada al bautismo. Paredes de esta estancia se decoran con pinturas murales representan diversos temas del Antiguo y del Nuevo Testamento. Extremo opuesto encontramos una sala rectangular de mayores dimensiones, la más grande de la casa, que ha sido interpretada como posible ecclesia: el lugar destinado a la reunión de los fieles.
A partir del siglo III la organización de la Iglesia se hace más compleja, fijándose su jerarquía interna y existiendo ya un patrimonio comunitario. Se sientan las bases para la aparición de lugares de culto estables, propiedad de la comunidad y no del individuo único, en los que todos los ambientes se dedican al culto, surgiendo las domus ecclesiae. Entre sus estancias, la principal y más grande es la sala de oración, otra se reserva a la administración del bautismo y otras a usos diversos
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