MEZQUITA DE CÓRDOBA: FASES Y AMPLIACIONES

Mezquita aljama de Córdoba fue construida en el 786 sobre el solar de la antigua basílica visigoda de San Vicente, que fue comprada a los cristianos y demolida para este fin.
Con anterioridad, los musulmanes compartieron rezo con los cristianos en dicha basílica. En realidad, la extensión episcopal de San Vicente, formado por varias edificaciones, permite pensar que fue una de ellas donde pudo realizarse el rezo musulmán, sin necesidad de tener que compartir concretamente la basílica.
 Construcción se debe al emir Abd al-Rahman I. Su planta dibuja un cuadrado que reserva la mitad de su superficie para patio y la otra mitad a sala de oración. Adb al-Rahman I siguió el modelo basilical sirio de la mezquita de al Aqsa de Jerusalén: once naves perpendiculares al muro de la qbla siendo la central más ancha. Naves están separadas por arquerías de dos niveles de arcos, siendo de herradura los inferiores y de medio punto los superiores. Se construyen mediante la alternancia de dovelas de piedra y otras de ladrillo, lo que dotó al edificio de una singular y característica bicromía blanca y roja. Arcos se reforzaron con unas pilastras adosadas que arrancan de modillones de rollo a modo de ménsulas, por encima del cimacio. Parte superior, las arquerías hacen las veces de auténticos acueductos, pues recogen el agua de lluvia de las cubiertas y transportan mediante canales al exterior del edificio o al patio. Arcos apoya sobre elementos de soporte que todos son reutilizados, procedente del expolio de edificios anteriores, clásicos, tardoantiguos y visigodos.
Exterior, la mezquita fundacional dispuso de varias puertas, contrafuertes rectangulares regularmente espaciados, y de remate, un cuerpo de almenas decorativas de forma troncopiramidal escalonada, de tradición siria.
Especialmente importante reviste su construcción en sillería de piedra, porque implica la recuperación del uso de la cantería, prácticamente desaparecida en época tardoantigua, y la que se ha dado en llamar el ciclo productivo de la piedra: un proceso complejo que incluiría el conocimiento de las canteras, la puesta en marca de los procedimientos extractivos, el trabajo de labra y la colocación en la obra. Sillería llegará a ser una de las señas de identidad de las edificaciones promovidas por el Estado y alcanzó su total desarrollo con el califato y la construcción del Madinat al-Zahra.
Desde este momento, el edificio se convirtió en la  mezquita de la dinastía, donde distintos emires y califas realizaron obras y ampliaciones que no modificaron el sentido inicial del oratorio. Su hijo Hisam I añadió el alminar, de planta cuadrada y proyectado al exterior del patio. Según las fuentes, este emir construyó también unas galerías para el rezo de las mujeres y un espacio para las abluciones o mida´a.
Durante el emirato, la ampliación más importante fue la de Abd-al Rahman II, que vino motivada por el crecimiento de la población y un momento de prosperidad y desarrollo económico. El emir agrandó la sala de oración en ocho tramos en dirección al río, manteniendo la misma estructura y disposición anterior. Obras se terminaron en el año 848 y como novedad hay que señalar la aparición de nuevos capiteles islámicos labrados in professo para el oratorio, que se inspiran en los modelos corintios romanos, no en los inmediatos anteriores visigodos. Su sucesor, el emir Muhammad I, se le deben las obras de reforma de la llamada Puerta de los Visires o de San Esteban, ya existente en la mezquita fundacional. Con esta intervención quedó establecido grosso modo el modelo de puerta exterior que será característico de este santuario, y se introdujo por primera vez. la epigrafía como elemento decorativo, con un texto propiciatorio a favor del soberano ordenante de la obra, Muhammad. Inscripción recoge también el nombre del responsable político de su ejecución, Masrur, y la fecha de finalización, 855-856. A este emir se atribuye igualmente la realización de la maqsura, concebida como un espacio reservado para la oración del gobernante, frente al mihrab. 
Intervenciones emires concluyen con la construcción del Sabat por el emir Abd-Allah, un pasadizo de comunicación entre el alcázar omeya y la mezquita por el que el soberano accedía directamente a la maqsura.
La intervención de Almanzor entre los años 987 y 988 consistió en añadir ocho naves más a lo largo de todo el costado oriental de la sala de oración y ampliar el patio en la misma dirección. Mantuvo inalterados el mihrab y la disposición de las ampliaciones anteriores. Almanzor dotó también a la mezquita aljama de un pabellón para las abluciones junto al costado oriental.

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