MOSAICO DE JUSTINIANO, SU SÉQUITO Y RELIGIOSOS
San Vital. Rávena. Arte bizantino. Edad de oro de Justiniano. Situado en la zona inferior de los laterales del ábside.
Se trata de una de las composiciones más célebres. Sobre fondo dorado y verde, Justiniano ocupa el centro de la composición ataviado con la indumentaria imperial de ceremonia, con la diadema con ínfulas, clámide púrpura y una gran fíbula circular de la que penden tres cadenas con perlas. Porta una gran fuente de oro que ofrece, a modo de epifanía, a la figura de Cristo que preside el ábside. Emperador es representado al mismo tamaño que el resto de los personales, sin embargo queda destacado por su posición, vestimenta y por el limbo que rodea su cabeza. A un lado se representan personajes civiles y parte de la guardia real con lanzas y escudos decorados con crismones, y en el otro un cortejo de clérigos encabezados por el obispo Maximiliano portando una cruz, único personaje del panel que es identificado mediante una inscripción. Personajes son planos, sin volumen, denotando una total carencia de tridimensionalidad, en pos del interés por la representación simbólica de su estatus de poder. Esta representación ha sido fuertemente relacionada con el cesaropapismo. Unión entre el poder civil y el eclesiástico hace que sea el emperador quien convoque y presida los concilios eclesiásticos, nombrando o destituyendo a patriarcas, obispos e incluso papas. Asociado al poder imperial desde la época de Constantino I. En Oriente, este poder fue mucho más patente que en Occidente: Justiniano, considerándose vicario de Cristo en la tierra y defensor por excelencia de la ortodoxia.
Se trata de una de las composiciones más célebres. Sobre fondo dorado y verde, Justiniano ocupa el centro de la composición ataviado con la indumentaria imperial de ceremonia, con la diadema con ínfulas, clámide púrpura y una gran fíbula circular de la que penden tres cadenas con perlas. Porta una gran fuente de oro que ofrece, a modo de epifanía, a la figura de Cristo que preside el ábside. Emperador es representado al mismo tamaño que el resto de los personales, sin embargo queda destacado por su posición, vestimenta y por el limbo que rodea su cabeza. A un lado se representan personajes civiles y parte de la guardia real con lanzas y escudos decorados con crismones, y en el otro un cortejo de clérigos encabezados por el obispo Maximiliano portando una cruz, único personaje del panel que es identificado mediante una inscripción. Personajes son planos, sin volumen, denotando una total carencia de tridimensionalidad, en pos del interés por la representación simbólica de su estatus de poder. Esta representación ha sido fuertemente relacionada con el cesaropapismo. Unión entre el poder civil y el eclesiástico hace que sea el emperador quien convoque y presida los concilios eclesiásticos, nombrando o destituyendo a patriarcas, obispos e incluso papas. Asociado al poder imperial desde la época de Constantino I. En Oriente, este poder fue mucho más patente que en Occidente: Justiniano, considerándose vicario de Cristo en la tierra y defensor por excelencia de la ortodoxia.
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