PINTURA ROMANICA EN ESPAÑA: CARACTERÍSTICAS Y PRINCIPALES EJEMPLOS
Escasez de ejemplos de pintura románica. Antecedentes principales los encontramos en el arte carolingio y en el mozárabe donde ya existieron pinturas murales, pero la generalización de las mismas en el románico se inscribe en la nueva campaña instrucción masiva a través de la imagen.
Pinturas se situaron prioritariamente en los lugares principales del templo, como el ábside, donde aparecían visiones teofánicas. Existen también templos enteramente recubiertos de pinturas en sus muros y bóvedas, desarrollándose ciclos del Antiguo y del Nuevo Testamento. Influencia bizantina recibida por medio de Italia fue muy significativa en las pinturas murales románicas, tanto en su estilo como en la temática, a la que se le añade el influjo de las miniaturas mozárabes, carolingias e irlandesas.
Técnica empleada se sitúa a medio camino entre el temple y el fresco. Pintura se aplicaba sobre un revoque que permitía la penetración de los colores en el muro, pero se hacían añadidos posteriores ya en seco. Un predominio de la línea, que define los contornos y acota áreas planas de color de manera esquemática. Se renuncia así a la representación tridimensional para expresar conceptos en un arte intelectualizado y poco naturalista. Colores son generalmente ocres, mezclados con blanco y negro, aunque muchos ejemplos muestran una gama viva, como los beatos.
En España se conserva un número considerable de pinturas románicas, algunas de ellas con una calidad excepcional. Se distinguen tres tendencias estilísticas italo-bizantinas, la francesa y la hispánica. Sobresalen los condados catalanes donde encontramos una producción única en occidente por su número y por su creatividad. Por aquí penetró la tendencia ítalo-bizantina en la península. Colección del MNAC da buena fe de ello destacando el famoso Pantocrátor del tímpano de San Clemente de Taüll, Lérida. Colores vivos revelan un parentesco con el arte de los beatos, mientras que la dureza del trazo, la ausencia de volumetría y la temática remiten a Bizancio. Encontramos también iglesias castellanoleonesas de Maderuelo (Segovia), con temática bíblica, San Baudelino de Berlanga, decorada con peculiares escenas de caza y animales, así como las pinturas recientemente descubiertas de San Miguel de Gormaz (Soria).
Uno de los conjuntos mejor conservados de Europa es el panteón de los reyes de San Isidoro de León. Las bóvedas del panteón están enteramente pintadas con un estilo de influencia francesa que penetró por el Camino de Santiago. Conocido como la "capilla sixtina del románico", destacan la escena del anuncio a los pastores, donde el tema bíblico se ambienta con elementos campestres de la época, la Última Cena, el Pantocrátor y el famoso calendario agrícola.
Tendencia hispánica acusa una influencia de los beatos y de la estética andalusí, tanto en las formas como en la temática. Iglesia de San Justo en Segovia, realizada al temple en el siglo XIII. En el ábside encontramos al Pantocrátor inscrito en una mandorla donde se integran los 24 ancianos del Apocalipsis, dispuestos en parejas sosteniendo sus instrumentos y vasijas. Diversas escenas rodean el conjunto que está enmarcado por cintas dobles en zigzag, con un vivo colorido.
Pintura sobre tabla conoce un desarrollo particular en esta época, realizándose principalmente en la zona de Cataluña para cubrir los altares. Se asentaron talleres fijos en el área cercana a los monasterios, lo que explica que muestren un estilo semejante al de los manuscritos. Se pintaron al huevo sobre un preparado de cola que recubría la madera, y suele aparecer en ellos la imagen de Cristo en majestad con los Evangelistas o los apóstoles, por situarse en el altar.
Pinturas se situaron prioritariamente en los lugares principales del templo, como el ábside, donde aparecían visiones teofánicas. Existen también templos enteramente recubiertos de pinturas en sus muros y bóvedas, desarrollándose ciclos del Antiguo y del Nuevo Testamento. Influencia bizantina recibida por medio de Italia fue muy significativa en las pinturas murales románicas, tanto en su estilo como en la temática, a la que se le añade el influjo de las miniaturas mozárabes, carolingias e irlandesas.
Técnica empleada se sitúa a medio camino entre el temple y el fresco. Pintura se aplicaba sobre un revoque que permitía la penetración de los colores en el muro, pero se hacían añadidos posteriores ya en seco. Un predominio de la línea, que define los contornos y acota áreas planas de color de manera esquemática. Se renuncia así a la representación tridimensional para expresar conceptos en un arte intelectualizado y poco naturalista. Colores son generalmente ocres, mezclados con blanco y negro, aunque muchos ejemplos muestran una gama viva, como los beatos.
En España se conserva un número considerable de pinturas románicas, algunas de ellas con una calidad excepcional. Se distinguen tres tendencias estilísticas italo-bizantinas, la francesa y la hispánica. Sobresalen los condados catalanes donde encontramos una producción única en occidente por su número y por su creatividad. Por aquí penetró la tendencia ítalo-bizantina en la península. Colección del MNAC da buena fe de ello destacando el famoso Pantocrátor del tímpano de San Clemente de Taüll, Lérida. Colores vivos revelan un parentesco con el arte de los beatos, mientras que la dureza del trazo, la ausencia de volumetría y la temática remiten a Bizancio. Encontramos también iglesias castellanoleonesas de Maderuelo (Segovia), con temática bíblica, San Baudelino de Berlanga, decorada con peculiares escenas de caza y animales, así como las pinturas recientemente descubiertas de San Miguel de Gormaz (Soria).
Uno de los conjuntos mejor conservados de Europa es el panteón de los reyes de San Isidoro de León. Las bóvedas del panteón están enteramente pintadas con un estilo de influencia francesa que penetró por el Camino de Santiago. Conocido como la "capilla sixtina del románico", destacan la escena del anuncio a los pastores, donde el tema bíblico se ambienta con elementos campestres de la época, la Última Cena, el Pantocrátor y el famoso calendario agrícola.
Tendencia hispánica acusa una influencia de los beatos y de la estética andalusí, tanto en las formas como en la temática. Iglesia de San Justo en Segovia, realizada al temple en el siglo XIII. En el ábside encontramos al Pantocrátor inscrito en una mandorla donde se integran los 24 ancianos del Apocalipsis, dispuestos en parejas sosteniendo sus instrumentos y vasijas. Diversas escenas rodean el conjunto que está enmarcado por cintas dobles en zigzag, con un vivo colorido.
Pintura sobre tabla conoce un desarrollo particular en esta época, realizándose principalmente en la zona de Cataluña para cubrir los altares. Se asentaron talleres fijos en el área cercana a los monasterios, lo que explica que muestren un estilo semejante al de los manuscritos. Se pintaron al huevo sobre un preparado de cola que recubría la madera, y suele aparecer en ellos la imagen de Cristo en majestad con los Evangelistas o los apóstoles, por situarse en el altar.
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